Con gran éxito se presentó Ricardo Arjona en el Auditorio Metropolitano de Puebla

El cantautor guatemalteco Ricardo Arjona, se presentó con gran éxito en el Auditorio Metropolitano de Puebla, donde por casi dos horas ininterrumpidas, ofreció concierto que llevó por título “Circo Soledad”, y en el que interpretó una lluvia de éxitos que lo han llevado a la cima y lo siguen manteniendo a la fecha.

El concierto dio comienzo pasadas las 9 de la noche, después de mucho escuchar que el público ya lo quería en el escenario, el guatemalteco salió a recibir a sus fans, en su mayoría bellas damas quienes lo esperaban ansiosas y con gritos eufóricos.

Ricardo Arjona abrió su concierto “Circo Soledad” con el tema: “Ella”, para continuar con: “Señorita”, “El Problema”, “Acompáñame a estar solo”, “Desnuda”, “Realmente no estoy tan solo”, “Qué estás haciendo Tú”, “Te quiero”, “No preguntes cómo estoy”, “El Taxista”, “Se acabaron las fronteras”, “Cuando fue la última vez”, “Dime que no”, “El oxígeno se fue de este lugar”, “Señora de las cuatro décadas” ()canción donde una feliz y muy suertuda fan pudo subir al escenario), “Qué fácil fue tocar el Cielo”, “Dime si él”, “Minutos”, tema que interpretó en punto de las 10:45 de la noche, apagaron las luces del escenario, y volvió para cantar “Mujeres”, la canción que tanto le pedían las guapas damas y pues con este tema concluyó su gustado concierto, en punto de las 10:50, se despidió de San Luis Potosí.

Las imágenes circenses de las 3 megapantallas, la escenografía cargada también de los diversos símbolos y atractivos del circo, el ágil trapecista y a la vez malabarista caracterizado de un simpático payasito que sabía manejar perfectamente el hula hula en giros vertiginosos por el escenario, fueron parte del concierto de Arjona, que lo hizo ser todo un disfrute audiovisual.

El sonido se escuchó claramente, tanto en la voz, como en los instrumentos, y el Auditorio lució a casi 100% de su capacidad.

Arjona dejó un sabio consejo a sus fans, diciendo que vivir es arriesgarse, es soñar, anhelar, amar verdaderamente con todo el corazón, tocar la arena, el agua del mar y vivir en plenitud amando a la naturaleza, siendo libres de malicia, odios, rencores, divisiones y luchando por ser mejor cada día, pero –aclaró—“si queremos ser mejores en la vida, no lo vamos a lograr chateando”, a lo que todos rieron y otros se carcajearon, seguramente porque el 99% de los asistentes al concierto se identificó.

“Circo Soledad” se tornó un viaje por lo sonidos, las letras y las historias. Los colores de los que se vistió este concierto fueron desde el rock, donde se dejó cuidar hasta la balada que siempre ha fascinado al público.

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